

En bebés muy pequeños una fiebre leve puede ser indicador de una infección grave (Polina Tankilevitch)
La fiebre es algo común en bebés y niños, pero jamás debe dejarse pasar sin atender, pues puede ser síntoma de una infección o una bacteria.
Si tiene 37.5°C medidos en la boca, 37.2°C medidos en la axila o 38°C medidos rectalmente, es fiebre.
Si el niño tiene las mejillas más rosadas de lo normal, mide su temperatura de inmediato y fíjate si se siente cansado, sin apetito o si se ve pálido.

La fiebre y otros síntomas en niños
En un niño que está irritable, cansado, con dolor de cabeza o en cualquier parte, una de las primeras cosas que debes hacer es medirle la temperatura.
Si tu hijo tiene una convulsión corta, poniendo incluso los ojos en blanco, una de las causas pueden ser las convulsiones febriles, que suelen durar cinco a seis minutos.
Si el niño o bebé está soñoliento, con piel medio azul, manos y pies fríos, llanto débil, respiración agitada, vómito o un ataque espasmódico, ve de inmediato con un médico.

Recomendaciones importantes
No te recomendamos utilizar un termómetro de mercurio en tu bebé o niño. Utiliza uno digital y ponlo en su axila, pero si se puede mantenlo en la boca del niño -debajo de la lengua por unos dos minutos y medio- siempre estando ahí con él.
Es muy importante que mantengas a tu hijo hidratado, cosa que ayudará a que la fiebre baje más rápido. Si tiene fiebre, no va a la escuela por ningún motivo.